Ya sabemos que al crear una novela es importante tener en cuenta a los personajes de la misma y cómo los lectores van a reaccionar ante ellos… Por eso en la entrada de esta semana toca hablar de los personajes favoritos de los lectores. Esos que nos hacen querer abrazar el libro y desearles lo mejor.
¿Qué hace de ellos los «personajes favoritos» de los lectores?
Como ya hemos visto en la entrada sobre personajes odiados, que un personaje se gane o no el amor de los lectores va a depender de sus características… Y en parte también de cómo esté construido.
Estábamos de acuerdo en que no importa si un personaje es más o menos amado. ¡Cada uno tiene sus gustos al fin y al cabo! Sin embargo es cierto que en la entrada de hace dos semanas di algunas pistas para identificar a ese tipo de personajes odiados, así que voy a hacer lo mismo con los personajes favoritos.
Y aquí va la primera: no hay una regla mágica que garantice que un personaje sea querido por los lectores. Es cierto que el amor que plasmas en la creación de algunos personajes acaba viéndose en la narración que les rodea, pero nada nos garantiza que los demás vayan a quererles tanto como nosotros.
Por eso, intentando no sucumbir al agobio, vamos a repasar algunos de mis personajes favoritos y por qué lo son.
Mis personajes típicos favoritos en una novela
Estos son personajes típicos en las novelas de fantasía, fundamentalmente. ¿Por qué? Porque ese es mi género favorito (con todos sus subgéneros) así que de ahí he sacado a estos personajes.
El héroe o la heroína guay
Matizo lo de «guay» porque hay muchos tipos de héroes: los tipos duros, los amargados, los misteriosos, los que son un poco pánfilos… Y luego están los héroes guays, que pueden tener pinceladas de lo anterior, pero sin perder el toque guay.
Un ejemplo claro de este tipo de héroe guay es Kvothe. En El nombre del viento, vemos al Kvothe adulto y al Kvothe niño y adolescente y, mientras que el primero es un tipo atormentado… El Kvothe adolescente es un héroe guay: es listo, ingenioso, tiene talento y no se rinde. Y eso a un lector le gusta y le anima, pues a pesar de que sufre con el personaje, confía en él.
Una heroína guay, que me marcó en su momento y es de las mejores que he encontrado hasta ahora, es Ahriel, de Alas de fuego. De hecho, si buscas heroína guay en el diccionario, sale su foto. Ahriel evoluciona, lucha, avanza… Sufrimos con ella y por ella y nos ponemos en su piel en cada página con una pasión que solo logra una heroína como ella.
El héroe que evoluciona
Porque nadie nace sabiendo, o casi nadie al menos. Y los héroes son humanos (o, bueno, igual no), y como tales necesitan aprender. Este tipo de héroe empieza la historia sin tener idea de nada y puede que llegue un punto en el que te planteas si no es en realidad un secundario. ¡Pero no! Es el héroe y nos lo va a demostrar.
En este punto no puedo evitar que se me venga a la cabeza Sonea, de El gremio de los magos. Al principio del libro no conecté con ella y no entendía su motivación. Me daba la sensación de que era muy niña (que lo era) y me costó verla como la heroína. Pero, a medida que fueron pasando los capítulos… La evolución de Sonea y su forma de pensar me enamoraron y engancharon a partes iguales.
El apoyo incondicional
Todo héroe necesita un apoyo y ahí es donde entra este personaje. Puede ser un amigo de la infancia, alguien que se encuentra por el camino, un interés amoroso… El caso es que, los puntos en los que el héroe o la heroína flaquea, este personaje salva la situación.
Sé que seguramente tendrás a Sam, de El señor de los anillos, en la cabeza, pero yo tengo en mente a Hermione, de Harry Potter. Hermione es un personaje relevante en la saga, pero recordemos que los libros cuentan la historia de Harry, así que ella no es la heroína, es su apoyo. Harry y Ron lo dicen en numerosas ocasiones y todos podemos estar de acuerdo en esto: sin Hermione, Harry no habría durado ni un libro. Y no solo es su apoyo en materia de salvarle el culo la situación: es su amiga y le apoya y le ayuda de la mejor manera que puede, siempre.
El maestro
Es un personaje recurrente en las novelas de fantasía y da ese toque de madurez y sabiduría que nos hace reflexionar en medio de tanta acción. Suele ser quien ayuda al protagonista a superarse, aprender y hace las veces de figura paterna/materna.
El primer «maestro» con el que me topé en la literatura fantástica fue Shail, en Memorias de Idhún, y fue un personaje que me encantó desde su primera aparición. El hecho de que sea joven creo que le aporta más valor aún, pues nos saca un poco de la imagen de mago de barba blanca, para centrarnos en un hombre joven que sabe de lo que habla y quiere transmitírtelo.
En este punto no puedo no mencionar a Brom, de Eragon. ¡Qué hombre tan genial y qué maestro tan atípico! Es un personaje que me gustó mucho y, dejando al lado que la película de Eragon no fuera precisamente una maravilla, que lo interpretara Jeremy Irons fue de lo mejor que hicieron.
El malo bien construido
Aquí también debo especificar porque hay muchos tipos de malos y, para mí, los peores, son los que son malos por el mero hecho de serlo. Un malo no deja de ser un personaje y como tal debe tener su trasfondo, su personalidad y sus motivos.
Un ejemplo de malo bien construido es Voldemort, en mi opinión. Los libros de Harry Potter nos van dejando pistas de su motivación final y de su historia. Podemos intentar comprender lo que le ha llevado a ser como es y odiarlo (o no) pero con fundamento.
El que relaja el ambiente
En las novelas de fantasía el ambiente suele ser intenso, ya sea por el conflicto general, por la historia del protagonista o por la forma de narrar. El caso es que al leer este tipo de novelas, nos enganchamos y pegamos a las páginas precisamente por la carga de cada capítulo, que nos hace querer saber qué pasará a continuación.
En este contexto nunca está de más que haya un personaje que nos dé un respiro, que aporte humor a la situación, dé un giro inesperado… Este papel puede hacerlo un solo personaje o un grupo de personajes con personalidades tan diferentes que produzcan el mismo efecto, como los enanos de El hobbit, Fred y George en Harry Potter…
El ser sobrenatural
Ser algo fuera de lo normal ya te da puntos para gustar. A ver, si eres un ser terrible que mata a todo lo que se cruza, o tiene mal carácter, pues igual no. Pero si no… Un escritor puede sacar mucho jugo a este tipo de personajes, mostrándonos su naturaleza, sus habilidades, lo que le diferencia de nosotros…
Algo que me gusta mucho es encontrar un ser sobrenatural en un libro y pensar: «¿esto se lo ha inventado el autor o lo ha sacado de algún sitio?», buscarlo y, ¡que exista! Me puedo pasar horas buscando otras lecturas sobre ese ser, información, imágenes de cómo les imaginan…
Esto me ocurrió al leer El Highlander Inmortal, un libro de romance paranormal de Karen Marie Moning (en La casa del libro lo etiquetan como fantasía, pero creo que ese no es su género exactamente). En el libro mencionan a los Tuatha dé Danann y, ante la duda de si eran inventados por la autora, seguí este mismo proceso. Ahora, cada vez que les leo mencionar en algún libro, me alegra haber hecho mi tarea de investigación en su momento.
Por cierto, estos seres salen en más novelas de la autora, como la saga Fiebre, y si te pasas por mi Instagram verás la reseña muy pronto.
¿Cuáles son tus personajes favoritos cuando lees una novela? ¿Hay alguno que no haya mencionado? ¡Te leo en los comentarios!