Cuando escribes una novela hay cosas que sueles buscar para que sea lo más completa posible. Una de ellas es, sin duda, la evolución de los personajes que aparecen en la historia (o, al menos, del protagonista).
En esta entrada vamos a ver por qué es importante y cómo no cargártela a la hora de escribir tu novela.
¿Qué es la evolución de los personajes?
Imagina que empiezas a leer una novela de fantasía en la que el protagonista es un caballero que debe derrotar al malo malísimo. Cuando el autor te presenta a este personaje, te da pinceladas de quién y cómo es, pero te toca a ti ir conociéndole a medida que avanza la historia. Y en este tiempo que pasas con él le verás evolucionar de distintas maneras.
- Quizá al principio no sepa utilizar una espada, porque comienzas la andadura con tu protagonista cuando es solo un escudero. La evolución en este caso la viviremos viéndole aprender a usarla.
- A lo mejor viene de una familia pobre y debe ganarse el respeto de sus compañeros y, de ahí, aliados. En ese caso veremos su evolución social.
- Puede ir ascendiendo hasta ser guarda real o capitán, lo que significará que le veremos ir cambiando y adquiriendo cada vez más responsabilidades (lo que influirá en su carácter).
- Y podemos darle una vuelta de tuerca, ¿y si nuestro protagonista prefiere luchar en solitario y no confía en nadie en realidad, pero para lograr su objetivos y vencer al villano se ve obligado a trabajar en equipo?
Todas estas circunstancias van a hacer a nuestro caballero evolucionar de diferentes maneras y aprender durante el camino.
¿Por qué es importante la evolución de los personajes?
Porque van a darle una sensación más real a tu historia. Y crearán la historia en sí misma.
Imagínate que el caballero del que hemos hablado empieza siendo un experto espadachín con un equipo de amigos fieles que le seguirán al fin del mundo para luchar contra el villano. ¿Dónde está el conflicto? ¿Cómo va a ser de larga la historia si el protagonista empieza con todas las respuestas del examen bajo la manga?
Para hacer una historia interesante, necesitamos plantear conflictos a nuestros personajes y obligarles a aprender de sus errores. La evolución de los personajes de nuestra historia es la que va a ir moldeando sus decisiones, su historia y (si lo hacemos bien) les dará coherencia.
Esto, además, hará que el lector empatice con nuestro protagonista y se alegre al verle superar los obstáculos que nosotros, los malvados escritores, ponemos en su camino.
Regina Mills y su evolución
Si has visto la serie Once upon a time (o Érase una vez en español) te sonará este personaje.
Para ponernos en situación: en OUAT la premisa es que todos los personajes de cuento que conocemos han sido enviados al mundo real, sin recuerdos, y viven unas vidas terriblemente ordinarias y aburridas, condenados a no conseguir nunca sus finales felices. ¿Y por qué? Por la maldición que la Reina malvada de Blancanieves lanzó sobre el Bosque encantado. ¿Y quién es esa Reina malvada? Regina.
Ella, enfadada, triste y cansada de no poder vivir su final feliz, decidió condenar a todos sus súbditos a una vida terrible en un mundo que no era el suyo y sin recuerdos solo para vengarse de Blancanieves. Y, por supuesto, se dio a sí misma lo que consideró su final feliz: es la única con recuerdos en el mundo real y, además, la alcaldesa de la ciudad donde les tiene encerrados. ¡Ah! Y tiene un hijo adoptivo que será quien ponga toda la serie en movimiento, Henry.
Hasta aquí vamos bien, ¿no? Pues a partir de ahora vienen los spoilers desde el principio de la serie hasta el final de la infame séptima temporada. Si no lo has visto y quieres hacerlo, guárdate esta entrada para más tarde. Si ya la has terminado o no te importa spoilearte, ¡adelante!
Regina al inicio de la serie
Supongo que con el mini-resumen que he hecho antes (y si has visto la serie) este punto queda más que claro.
Cuando empieza OUAT, Regina es mala. Es mala y terrible. Le pone trabas a Emma cuando solo intenta asegurarse de que Henry está a salvo en Storybrooke (de hecho, si no se hubiera puesto a la defensiva, Emma no se habría quedado), trata bastante mal a Mary Margaret y no oculta lo que disfruta viéndola sufrir, se interpone en los posibles finales felices de casi todos, hace que Henry dude de su cordura y obliga a su psicólogo a mentirle… ¡Hasta mata al pobre sheriff por no querer estar con ella!
Backstory de la Reina malvada
Aunque siempre digo que una historia trágica no exime a un personaje de su responsabilidad por sus comportamientos respecto a otros, la historia de Regina nos ayuda a comprenderla al menos un poco.
Crece en un ambiente en el que su madre lo que quiere es que sea más poderosa y rica de lo que fue ella, pero sin salir de su control. Se enamora del mozo de cuadra y ve cómo su madre le mata cuando iban a huir juntos. ¿Y por qué? Porque la única persona que lo sabía se equivocó al confiar en su madre e hizo que los dos cayeran en una trampa. ¿Quién es esta persona? Blancanieves, que era solo una niña.
En ese momento entiendes el odio que le tiene y sufres por ella, pero al mismo tiempo ves que fue buena una vez y puede volver a serlo.
Henry y su peso en su evolución
Y lo consigue en parte gracias a Henry, su hijo adoptivo. Aunque no es hasta el final de la segunda temporada cuando Henry perdona las cosas terribles que Regina ha hecho y empieza a confiar en ella, se puede ver desde bien pronto que ella se preocupa por su hijo. Es cierto que no actúa de la forma adecuada al principio, intentando encerrarle en una burbuja a la que solo ella pudiera acceder, pero acaba aprendiendo.
De hecho, es un beso de amor verdadero de Regina a Henry el que rompe la segunda maldición, y eso me parece una prueba muy importante del comienzo de su evolución como personaje.
Regina con el paso del tiempo
A medida que pasan las temporadas, vemos a Regina ser tentada más de una vez por el «lado oscuro». Esto es algo inevitable, pues muchas veces la evolución de los personajes no es lineal y se ven obligados a aprender de muchas maneras para lograr sus objetivos.
En su caso, Regina es capaz de ignorar a demonios internos y externos, colaborar con otros para lograr el bien común, confiar en alguien lo suficiente como para mostrarse vulnerable y sacrificarse por los demás (o intentarlo). Llegamos a ver la Regina que habría podido ser si su madre no hubiera interferido en un primer momento.
Y se convierte en un personaje fuerte y querido dentro de la serie y el fandom. Tanto, que es uno de los pocos que se queda en la séptima temporada como personaje principal.
Cómo los creadores se cargaron la evolución de Regina en la séptima temporada
Pero si lo llegamos a saber, mejor que no se hubiera quedado.
La séptima temporada es un despropósito por muchos motivos (aunque entiendo el querer darle un enfoque nuevo tras la partida de tantos personajes principales). Uno de ellos, el que más me duele, es cómo transforman a Regina de una mujer que ha aprendido tanto ante tus ojos que la conoces perfectamente a una persona que toma decisiones que no terminas de comprender.
La que me hizo coger el teléfono y apuntarme la idea para esta entrada del blog es la siguiente:
Han pasado varios años y Henry ha crecido lo suficiente como para tener una hija. En este tiempo, Regina ha vivido con él en otro reino en el que algunos personajes de cuento se llaman igual que en el Bosque Encantado, pero tienen otro aspecto e historias. En estos años, Regina ha conocido a Drizella, una de las hijas de Lady Tremaine y la ha enseñado a hacer magia. El caso es que Drizella ha cogido y la ha traicionado, uniéndose además a un aquelarre de brujas que pretenden lanzar una maldición como la que ella misma lanzó sobre el Bosque Encantado, arruinando así la vida de todos.
¿Qué es lo que pasa? Que les falta una bruja y quieren que sea Regina. ¿Y cómo la convencen? Poniendo en peligro la vida de Henry.
Entonces Regina debe elegir: sacrificar la felicidad de todo un Reino salvando la vida a su hijo (que le pide que no lo haga) o derrotar a las brujas y salvar a la gente, perdiendo a Henry en el proceso (ya ha vivido otros sacrificios antes y ha aprendido eso de los héroes de «el bien común»). Bueno, pues sacrifica a la gente.
Cargarse la evolución de los personajes: ¿por qué pueden enfadarse mis lectores?
En un caso como en el de Regina, en el que te has pasado un buen tiempo (cientos de páginas, varios tomos o seis temporadas) construyendo la evolución de un personaje, los lectores esperan que actúe de una determinada manera ante ciertas situaciones.
Esto no es malo ni quiere decir que hayamos convertido a nuestro personaje en alguien predecible y que por eso nuestra historia vaya a irse a la porra. ¡Nada de eso! Significa que has dado una cierta profundidad a la personalidad de tu personaje y que has logrado que su evolución sea sólida.
Cambiar algo fundamental en su evolución para sorprender (ejem, Juego de tronos) o para añadir trama extra (como en el caso de Regina) puede hacer que tu lector se moleste. ¡Y con razón! Porque, al fin y al cabo, le has estado mintiendo.
Así que, ya lo sabes, la próxima vez que plantees la evolución de los personajes para tu novela o novelas, ten presente el trabajo que has invertido en ella antes de tomar ninguna decisión drástica. ¡Podrías cargarte todo tu trabajo en unas pocas páginas!