¡Feliz año nuevo! Empieza 2021 y yo, como muchos, estoy pensando ya en mis propósitos para este año. Uno de ellos es, por supuesto, leer más. Es un propósito que llevo teniendo desde hace años porque fue empezar a trabajar, y empezar a leer menos… Si estás en la misma situación que yo, tal vez te interese el tema de la entrada: los retos de lectura.
Si en lugar de venir buscando retos para ti, los buscas para animar a algún niño o adolescente no-lector… ¡Esta entrada también te sirve!
¿Qué son los retos de lectura?
Hasta que no entras en el mundo online, la expresión «reto de lectura» o «reto literario» puede sonarte extraña. Puede que hayas hecho retos literarios sin ser consciente a lo largo de tu vida, como intentar leer un poco más que el año anterior, intentar leer algún libro en otro idioma, o terminar alguna saga.
Y es que de eso se trata, precisamente, de pensar en qué te apetece leer, qué tienes pendiente leer o qué no has leído últimamente… Y proponértelo, como te propondrías intentar ahorrar más o sacarte el carnet de conducir (como yo).
Creo que los retos literarios son una buena oportunidad para replantearte las elecciones conscientes de las que hablamos unas entradas atrás. Puede que tengas como reto leer una trilogía. Perfecto, me encantan. Ahora, si no tienes ninguna en mente, ¿por qué no echas un vistazo a distintos autores de trilogías en lugar de dejar que la publicidad decida por ti? Tal vez puedas elegir una escrita por un autor nacional, o una autora, o un autor racializado o parte del colectivo LGTB+… ¡O todo a la vez!
Ya sabemos a quiénes van a publicitar desde arriba, así que nosotros podemos aportar nuestro granito de arena desde abajo.
Pero, volviendo al tema, ¿realmente funcionan los retos de lectura?
En todo esto, como en el NaNoWriMo, cada uno debe decidir qué es para ti y qué no lo es. O tomártelo con filosofía, como dijo Arturo Urbanos el año pasado en una entrada que escribió sobre el tema: no se trata de forzarse y acabar sintiéndose mal si no lo consigues, sino abrir horizontes de lectura en lugar de quedarte en lo cómodo y lo conocido. Y, siendo sincera, si lo pienso en ese sentido me dan ganas de apuntarme a algún reto de lectura yo también.
Pero, ¿cuál es el problema en mi caso? El mismo que cuando pienso en apuntarme al NaNoWriMo: funciono regular bajo presión. Y sé que si me apunto a un reto literario que incluya 10 libros, por ejemplo, si en junio no llevo al menos seis me voy a agobiar. O si tengo que leer una obra de ciencia ficción y no encuentro ninguna que me llame la atención y no cumplo esa parte, me voy a agobiar. Y si…
Supongo que ves por dónde voy, ¿no?
También sé, sin embargo, que a mucha gente le gusta competir consigo misma en retos de lectura. Porque al final, lo bueno de los retos de lectura (incluso el de Goodreads) es que compites contigo misma, no con los demás. ¿Y que otros leen cien libros y tú cinco? ¡Pues estupendo! Cada uno tiene que tirar hasta donde pueda pero, sobre todo, disfrutarlo.
Mi propio reto de lectura
A pesar del miedo al agobio, el año pasado pensé en las elecciones conscientes y me puse un reto de lectura a mí misma basado en cuatro pilares. Vamos a ver si lo cumplí:
- Llegar al menos a 12 libros. ¡Cumplido! Teniendo poco tiempo para leer, un libro al mes me pareció más que suficiente, ¡así que me animé con 13 libros en Goodreads! Y al final… Leí 14. Me siento orgullosa de mí misma.
- Leer más libros en inglés. Empecé con Pride and prejudice y The picture of Dorian Gray. Como el primero ya lo había leído, acabé dejándolo porque me notaba poco motivada, y estoy con el segundo a medias. Así que bueno, podemos decir que este punto está en proceso.
- Leer algún libro autopublicado. ¡Cumplido! Ya traje por aquí la reseña de La sociedad de la libélula, una novela de fantasía de Ana González Duque, y en diciembre leí Escapistas: Misión Halloween, de Carmen Vigo.
- Leer libros que tengo prestados. No voy a mentir: este no lo cumplí. De hecho, pedí prestado La sombra del viento a mis padres para leérmelo (pero lo hice y se lo devolví).
Así que, viendo el balance del reto que me puse en 2020, debería decir que aprobé por los pelos. ¡Pero en medio de una pandemia, tampoco voy a ponerme exquisita!
Este año también quiero retarme, así que aquí te dejo los pilares de mi reto personal, por si te animas a pensar uno para ti (o usarlo, yo encantada).
- Leer quince libros. Ya lo he puesto en Goodreads, no hay vuelta atrás.
- Terminar The picture of Dorian Gray y animarme con más libros en inglés.
- Leer alguno de los libros que tengo prestados. Este año sí.
- Leer autoras nacionales, autoras/es del colectivo LGTB+ nacionales y autoras/es racializados. (Tengo algunos libros en mente, pero toda recomendación es bienvenida).
Retos de lectura para este año
Puedes simplemente fijarte un número de libros a leer, como en el caso de los retos de Goodreads. Así, además, puedes ir recopilando los libros leídos en la app y puntuándolos. También puedes dejar tu reseña (y ya sabes que el boca a boca es muy importante para un autor).
Si quieres algo más específico, Javier Miró ha vuelto a organizar su Liga de las lecturas extraordinarias. En ella vas leyendo y ganando puntos según las lecturas escogidas. Es uno de los retos que más me llaman la atención por el formato y la comunidad que se puede crear, así que si te pica la curiosidad, ¡échale un ojo en su página web!
Y para algo diferente, Josu Diamond ha compartido estos días un vídeo en el que habla de sus propósitos lectores y un reto de lectura que le han regalado. ¡Quizá te dé ideas!
Retos de lectura para un no-lector
Como he dicho antes, creo que los retos de lectura pueden ser un buen comienzo para engancharse a leer. Siempre digo que es muy importante tener en cuenta los gustos de los niños o adolescentes a los que queremos animar a la lectura y no sobrecargarles o exigir demasiado.
Por eso, se pueden buscar distintas formas de animar a la lectura mediante retos literarios*:
*Voy a dejar una plantilla de reto con ideas y otra vacía, para que lo puedas adaptar.
Completar un casillero
El típico reto en el que tienes que leer distintos libros que aparezcan en la tabla. Cuando los tienes todos, ¡ganaste! Solo he añadido seis libros porque, seamos sinceros, si queremos animar a la lectura a alguien, no podemos plantarnos con una lista infinita.
Se le puede dar un toque extra si a cada libro leído se le añade un minipremio, como algún caramelo, un marcapáginas bonito o algo así, para que funcione como un calendario de adviento.
En este caso, si el no-lector es avispado y elige un cómic de menos de 100 páginas o pide prestado un cuento… Puede tachar dos casillas de golpe. Ahí dejo la validez de sus triquiñuelas a tu elección.
Competir con otros
Ya he dicho que la gracia de los retos es que compites contigo mismo, pero, ¿y si tienes un hermano o un amigo de una edad parecida que pueda apuntarse al reto contigo? De esta forma, podéis compartir lecturas, hablar sobre ellas y picaros un poco para ver quién consigue ganar al otro.
Es una forma de mezclar el estímulo de la competición con lo divertido que es comentar lecturas con amigos.
No hace falta que se repartan las casillas, solo que marquen sus libros leídos con una X o un O. Así que si, por ejemplo, los dos quieren leer el mismo cómic, pueden tachar la casilla (¡así luego lo pueden comentar!) y ya deciden si buscan el tres en raya en horizontal o vertical según sus preferencias.
Transformar la lectura en un juego: sumar puntos
Igual que ocurre en la Liga de lecturas extraordinarias de Javier Miró de la que he hablado antes, puedes enfocar los libros leídos durante el año como un juego para que el niño o adolescente en cuestión reciba una recompensa.
Yo haría una actividad así cuando el no-lector en cuestión ya tenga una cierta soltura leyendo. Con esto me refiero a que haya leído algún libro antes o esté mínimamente interesado, porque me parece que es mejor utilizar un reto así como un estímulo para leer más y no como un soborno.
En este reto también pueden ganar varios puntos de forma simultánea con sus elecciones. Por ejemplo, si leen un libro de menos de 100 páginas de la biblioteca, tienen 4 puntos; o si leen los tres libros de una trilogía, con lo que la terminan, tienen 6.
El animarles a ganar puntos extra si ven la adaptación y luego la comentan contigo me parece una buena forma de que reflexionen sobre la historia y las diferencias entre la novela y su adaptación. Así, además, pueden crear un vínculo positivo entre la lectura, tú y ellos.
¡Y hasta aquí la entrada de hoy! Si te animas con alguno de los retos que te he compartido, ¡déjamelo en comentarios! (Y si la página no te deja abrir las imágenes de los retos a tamaño completo, también. ¡Y te las envío!)