Hoy toca hablar de novelas de fantasía. Pero no de cualquier forma, no… ¡Estamos en octubre! ¿Y eso qué significa? Que empieza el #LeoAutorasOctubre.
Seguir leyendo «Mis novelas de fantasía favoritas (#LeoAutorasOctubre)»
Hoy toca hablar de novelas de fantasía. Pero no de cualquier forma, no… ¡Estamos en octubre! ¿Y eso qué significa? Que empieza el #LeoAutorasOctubre.
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El proceso de creación de algo es eso que pasa entre que se te ocurre la primera idea hasta que tienes el producto final. Suele ser largo. Nadie dice que sea fácil. Pero suele ser algo que haces porque quieres o porque algo dentro de ti te lo pide (es lo bueno que veo en la creatividad: lo libre que te hace).
En la entrada de esta semana quiero hablar del proceso de creación que he llevado para crear La Ciudad Escondida. ¿Y por qué? Porque la preventa empieza este sábado y me parece un buen momento para hacerlo. ¡Vamos a ello»
Seguir leyendo «Mi proceso de creación: La Ciudad Escondida»
Cuando lees literatura fantástica juvenil, es fácil encontrarte con alguien que considera que estás perdiendo el tiempo. Puede que te consideren (o se consideren) demasiado mayor para ello. O que la palabra «juvenil» les dé urticaria. O, peor, ¡«fantasía»!
Ya hablé hace un tiempo de lo que muchos consideran géneros literarios de segunda así que no voy a repetirme. Hoy vengo a hablar de por qué la literatura fantástica juvenil puede reflejar la realidad igual de bien que cualquier otra.
Seguir leyendo «La literatura fantástica juvenil también puede reflejar la realidad»
Las profecías son un recurso común en la literatura fantástica. En mi opinión, nos dan un adelanto de lo que luego esperaremos con ansia y analizaremos al detalle. Son como una sinopsis del futuro, pero con un lenguaje poético y enrevesado.
Los aficionados a la literatura fantástica estamos familiarizados con las profecías y sus implicaciones y, mientras que para unos son algo emocionante, para otros se han convertido en un suplicio. ¿Por qué?
Ah… Las lecturas de verano. Esos libros que has leído en tus momentos de descanso veraniego, entre baño y baño, o con el ventilador dándote de lleno para sobrevivir…
No sé tú, pero yo ubico mejor qué libros he leído en verano que los que leo durante el resto del año. Es como que tengo esa estación separada del resto (será porque he pasado de ser alumna a profe) y suelo recordar mejor qué libros he leído en ella.
Estrenamos las reseñas en el blog con «La Sociedad de la Libélula», de Ana González Duque. ¡Qué difícil me resulta elegir libros para reseñar!
Pero siendo esto una página dedicada a la fantasía y la autora de este libro y sus sesiones de estrategia las responsables de que la abriera… Creo que es la elección perfecta.