Cuando lees literatura fantástica juvenil, es fácil encontrarte con alguien que considera que estás perdiendo el tiempo. Puede que te consideren (o se consideren) demasiado mayor para ello. O que la palabra «juvenil» les dé urticaria. O, peor, ¡«fantasía»!
Ya hablé hace un tiempo de lo que muchos consideran géneros literarios de segunda así que no voy a repetirme. Hoy vengo a hablar de por qué la literatura fantástica juvenil puede reflejar la realidad igual de bien que cualquier otra.
¿Qué es la literatura fantástica juvenil?
En la entrada «¿Qué es la literatura fantástica?» vimos los elementos que una novela de este género puede tener. También vimos cómo encuadrar distintas historias en los diferentes subgéneros y entre los ejemplos que puse alterné novelas de fantasía juvenil y novelas de fantasía adulta. Así que, ¿por qué algunos libros se consideran juveniles y otros adultos aunque sean ambos de fantasía?
La respuesta es sencilla: por sus protagonistas y la forma en que se tratan algunos temas.
Los protagonistas de la literatura fantástica juvenil suelen ser más jóvenes que los de la fantasía adulta. De este modo, tienen un arco de crecimiento y descubrimiento del mundo algo más grande que el que tendría un personaje adulto. Por ejemplo, en Cuernos, de Joe Hill, que es fantasía oscura, el protagonista es un hombre que ronda la treintena y ha ido encadenando varias experiencias en su vida que ya le han moldeado en el punto en que empieza la novela. En Percy Jackson, Percy tiene doce años cuando empieza la historia. ¡Anda que no le queda por aprender, descubrir y madurar!
En cuanto a los temas, solo hay que comparar cómo se trata la muerte en Juego de Tronos, por ejemplo, y en Harry Potter. O cómo se viven las relaciones en Confesiones de un vampiro y en Memorias de Idhún.
¿Entonces la literatura fantástica adulta está llena de gente amargada y dolor?
No.
Es verdad que muchos críticos tienden a pensar que cuanta más sangre, más sufrimiento de personajes femeninos y más tipos rudos haya, más adulta es una novela de fantasía. Pero no tiene por qué ser así.
Una novela de fantasía puede estar más enfocada a un público adulto simplemente por el tono con el que está escrita o la profundidad que se le dan a ciertos temas.
Pongamos que la protagonista de una novela fantástica es una princesa. Su reino ha sufrido el ataque de un reino enemigo, que han acabado con su familia y ultrajado el honor familiar, haciendo que ella deba exiliarse. Un escritor de novela enfocada a un público adulto podría dar más importancia al proceso de la pérdida y la lucha para recuperar el honor perdido en memoria de su familia. Por otro lado, un escritor de novela juvenil podría centrarse en cómo esa situación le hace superarse a sí misma y encontrar aliados para lograr sus objetivos. Puede que ambos lo hagan, pero destacando detalles diferentes. Puede que en los dos haya luchas, pero el escritor de juvenil prefiera no recrearse en cómo muere un enemigo.
O puede que nada de esto pase, porque cada novela es un mundo y las etiquetas son puramente orientativas.
¿Entonces puedo leer literatura fantástica juvenil siendo adulto y literatura fantástica adulta siendo adolescente o no?
Sí.
Lo bueno de leer es que, por lo general, tú eliges qué leer, por qué leerlo y hasta cuándo leerlo. Esto es importante.
Quiero creer que esas etiquetas que le ponemos a los libros y los géneros y subgéneros que desarrollamos son una forma de que cada uno encuentre lo que disfruta más. A mí me encanta la fantasía, y siendo adulta disfruto mucho de las historias de fantasía juvenil en las que los protagonistas encuentran amigos que se convierten casi en su familia. Pero también empecé a leer Juego de tronos con diecisiete o dieciocho años, y me rompió el corazón leer todas esas muertes y violencia, por mucho que me enganchara la trama.
Ahora a la hora de elegir qué leer intento no dejarme llevar por si es juvenil o no y centrarme en si la historia me llama o no. Sé lo que me gusta, lo que no y lo que quiero leer y lo que no. Y, ¿qué me interesa mucho leer? Situaciones que es necesario tratar en el mundo real dentro de una historia de fantasía.
La literatura fantástica juvenil para tratar la realidad
Uno de los grandes atractivos de la literatura fantástica es adentrarnos en un mundo nuevo, descubrirlo y soñar con la vida en él (si es agradable, claro). Sin embargo, no podemos olvidar que los escritores son personas que viven en este y que, como es lógico, pueden aprovechar la historia que están escribiendo para reflejar situaciones que podrían darse en este mundo. De forma consciente o inconsciente, claro.
Para mí, este es uno de los grandes atractivos de la literatura fantástica: cuando vemos con los ojos de un personaje de fantasía cosas que pueden pasar en nuestro mundo. Muchas de esas veces, las situaciones nos chocan o nos parecen intolerables así que… ¿Por qué no iban a parecérnoslo en nuestro mundo también?
Veamos algunos ejemplos…
[Este apartado puede contener spoilers de los libros mencionados]
El bestiario de Axlin
En El bestiario de Axlin vemos cómo Axlin es la única niña de su enclave que muestra interés por aprender a leer y escribir, lo que provocará que sea la única niña que lo haga. Esto llevará a que otros la miren raro y uno de ellos se dedique a meterse con ella por eso. La forma en que Laura Gallego hace que Axlin lidie con los insultos de este niño me encanta, y me parece una forma estupenda de dar poder a los jóvenes lectores que se sienten diferentes por serlo.
Además, Axlin cojea a causa del ataque de un monstruo y, aunque esto provoca que muchos duden de su capacidad para afrontar un mundo lleno de monstruos, ella nos demuestra lo capaz que es.
La Sociedad de la Libélula
Como ya conté en la reseña que escribí hace unas semanas sobre este libro, en Anisóptera la sociedad está formada por distintas razas. En ella, las razas más necesarias para la supervivencia de la población o mejor adaptadas al frío ocupan los puestos dominantes de la sociedad, mientras que las otras se ven relegadas a un segundo plano (o a ser indeseables a ojos de otros).
Me llamó la atención la forma en que el personaje que llega nuevo a este mundo se encuentra con estas situaciones de racismo y desprecio hacia determinados grupos. Cuando lo lees, no puedes evitar pensar en lo injusto que es o en lo mal repartidos que están los recursos y oportunidades en ese mundo. No debería ser muy difícil trasladarlo al nuestro, ¿no?
Percy Jackson
Ya comenté en la entrada de la semana pasada sobre profecías en la fantasía que solo llevo dos libros de Percy Jackson, pero me llamó mucho la atención desde el principio que todos los mestizos tuvieran dislexia y TDAH. Quizá es porque no he leído tanta literatura juvenil como habría podido en estos años, pero me encantó que el protagonista y héroe de la novela fuera un chico que los tuviera.
¡Y no solo eso! Si no que son precisamente esos rasgos los que le distinguen del resto de mortales, los que nos indican que tiene algo especial y divino. Puedo imaginarme el efecto positivo de tener a un protagonista así para un lector con dislexia o TDAH.
Ellas
Ellas, de Loreto ML es una historia que fue publicada por Insomnia ediciones hace unos años y que tengo la suerte que tener (ahora ya no está disponible, pero espero que la autora decida darle una segunda vida pronto). En esta novela conocemos a tres amigas que viven tres situaciones muy distintas que, por desgracia, no son desconocidas para las chicas hoy en día.
Me encantó encontrar un libro juvenil que tratara estos temas con la crudeza y naturalidad con que desgraciadamente son vividos en la sociedad. Como profesora, no puedo evitar pensar en el bien que puede hacer para una adolescente el encontrar situaciones así reflejadas en los libros, por si puede ver alguna similitud con algo que esté viviendo… Y para saber cómo actuar si tiene la mala suerte de sentirse identificada con alguna de las protagonistas.
La Ciudad Escondida
En La Ciudad Escondida yo también he intentado reflejar la realidad mediante la literatura fantástica juvenil. La protagonista empieza la historia como una alumna de instituto y he querido mostrar lo que eso puede ser para una persona que se sale un poco de la norma. No por ser diferente y especial, si no porque cuando todo el mundo hace piña en torno a una idea, es muy difícil luchar contra ellos si no tienes apoyo.
Además, había otra cosa que me parecía necesario incluir. No por nada, si no como parte de la realidad de una chica de su edad en medio de una aventura… ¡Y es que hay personajes que tendrán la menstruación en algún momento! Estén donde estén, lleven la preparación que lleven… A menos que las reglas de tu mundo de fantasía digan lo contrario, ese momento del mes llegará lo quieras o no.
Pero no es simplemente «contar»
Habrá veces en las que nos topamos con algo en una historia que simplemente hacen falta para avanzar la trama, porque es parte de una rutina, como enlace para otra escena… Pero no creo que leer situaciones como las que he mencionado arriba sean simplemente algo por lo que pasas, algo que el autor te cuenta y ya.
Cuando un autor escoge a un personaje con diversidad funcional, o le hace vivir situaciones que tiene que superar y que el lector puede encontrarse en su día a día, cuando denuncia alguna situación aunque sea durante un instante… Está haciendo un cambio en el lector. Está mostrándole la realidad desde un prisma que tal vez no había considerado y creo que eso es muy importante.
No se trata de convencerte de que los niños con dislexia y TDAH sean hijos de los dioses del Olimpo, si no mostrarte que pueden hacer cosas alucinantes. No se trata de excusar que en un mundo helado. las razas mejor adaptadas tengan una posición mejor en la sociedad, si no hacerte plantearte por qué no se busca que las oportunidades en un sitio tan inhóspito sean un poco más favorables para todos.
Podemos reflejar la realidad con la literatura fantástica juvenil, pero eso no significa que vayamos a conformarnos con la realidad tal y como es.
¿Por qué esto puede ayudar a fomentar la lectura?
Para empezar, porque un joven lector puede sentirme identificado con el protagonista si hay algo que le una a él (como en el caso de Axlin, si eres el único en tu entorno a quien le gusta leer o te subestiman por alguna condición física, por ejemplo). Aunque es probable que simplemente te sientas unido a él por estar en la misma franja de edad. O por verle vivir una aventura que querrías vivir.
Sentir una unión con el protagonista es algo fundamental para engancharnos al libro que estemos leyendo, así que si ese personaje tiene alguna conexión con tu realidad, mejor.
Además, presentar situaciones que el lector podría vivir, aunque para ello tengamos que quitarle los dragones, los mundos paralelos o las naves espaciales, puede ayudarle a ponerse en el lugar de los personajes. Pensar en cómo actuarías tú en esa situación o quedarte con curiosidad por saber cómo los personajes solucionarán el problema que se les ha presentado (y que te resulta tan familiar) es un buen incentivo para no soltar el libro.
Por eso creo que es muy importante buscar lecturas que nos conecten de alguna forma con nuestra realidad, incluso siendo fantasía. De esta forma podemos aprender más de nosotros y del mundo que nos rodea, y puede que encontremos un género que nos enganche para siempre.
¿Qué situaciones reales presentadas en un libro son las que más te han marcado?