Eliminación de la violencia contra la mujer. Lo que la literatura puede hacer.

eliminacion de la violencia contra la mujer

El 25 de noviembre es el día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer. Un día en el que se repite de forma más explícita, por más bocas y con más visibilidad, lo que la mayoría de mujeres denunciamos el resto del año: el problema que existe en España y el resto del mundo con la violencia de género.

Hay muchas c osas que podemos hacer para solucionar este grave problema y, como ya imaginarás, una de ellas pasa por la literatura.

La importancia de la eliminación de la violencia contra la mujer

La violencia de género es un problema global y, por desgracia, la gente no está lo suficientemente concienciada del peligro que supone. Y lo digo porque muchos ven como algo normal soltar frasecitas más o menos ingeniosas o más o menos sutiles (no lo voy a llamar piropos porque no lo son) a chicas que van por la calle, y enfadarse si ellas no responden. Muchos se creen con derecho a acosar, seguir o insultar a una mujer por la forma en que viste. Muchos se creen que sus novias les deben algún tipo de obediencia o respeto que fuerzan hasta romperlas.

eliminación de violencia contra la mujer

Y así un largo etcétera, antes de llegar a los insultos. O la violación. O los golpes. O el asesinato.

Por eso existe el día de la eliminación de la violencia contra la mujer, igual que existe el día de la mujer trabajadora o el día del orgullo LGTB+; porque aún queda mucho por hacer. Porque mientras siga habiendo gente sufriendo por cuestiones como estas, quedará trabajo por hacer.

¿Y qué tiene que ver la eliminación de la violencia contra la mujer con la literatura?

Tiene que ver porque todos, desde donde estamos, podemos cambiar las cosas. Los padres y madres, educando a sus hijos para que aprendan a respetar a las mujeres  y a sus hijas para que puedan defenderse. Los maestros y profesores concienciando a sus alumnos y denunciando conductas aparentemente «inofensivas». Los cuerpos de seguridad ayudando a las víctimas sin preguntas fuera de lugar. Los familiares cuidando de la persona maltratada para que pueda salir de ese entorno. Los amigos parando en seco actitudes y chistes machistas.

Y los escritores alimentando las mentes con historias en las que el amor tóxico no se ve como algo bonito. Y los lectores recomendando libros que no den ideas equivocadas sobre las relaciones.

 

Violencia de género camuflada como amor en la literatura

Supongo que ya conocerás After, el fenómeno de Wattpad que ha sido publicado, convertido en bestseller y adaptado como película. Si no lo conoces, ahí va una pequeña sinopsis:relacion-toxica

Tessa llega a la residencia de estudiantes en su primer año de universidad. Allí la invitan a una fiesta, va, y conoce a Hardin, un chico atormentado, borde, controlador, que la insulta desde el minuto uno. Y, ¿qué pasa? Oh, lo has adivinado. Tessa se siente atraída por Hardin y su «oscuridad» y Hardin aprovecha la oportunidad, por supuesto, sin dejar de recordarle en cada momento lo mojigata que es, lo mal que le queda la ropa, y demás lindeces para bajarle la autoestima.
Pero, oh, esto es amor. Tessa se enamora de Hardin y empiezan una tormentosa relación plagada de insultos, violencia (pero cosas «sexys» como sujetarla demasiado fuerte contra su voluntad o pegar a chicos interesados en ella), celos, control… Toxicidad.

Eh, pero es amor.

¿Amor? ¿De verdad es eso lo que queremos que lean las nuevas generaciones? ¿De verdad queremos que crean que eso es una relación sana y normal?

Este tipo de libros es un peligro en mentes tan maleables como las de los adolescentes. Y más teniendo en cuenta que la autora no se molesta en arreglar la situación y abrirle los ojos a Tessa, sino que todo es «el destino». Yo empecé a leerlo cuando una alumna mía me dijo que se lo había comprado. Lo vi en Wattpad y lo empecé… No llegué ni a la mitad, pero lo que leí me bastó para saber que no es ese el tipo de libros que quiero leer ni que quiero que mis alumnos lean. Con el tiempo busqué cómo acababa ese y cómo eran los siguientes y la toxicidad va en aumento a cada página.

Y ahí no queda la cosa, porque la película 365, uno de los más recientes fenómenos de Netflix, está basada en un libro. Y, ¿qué pasa en ella? Que un mafioso secuestra a una chica, atribuyendo todo esto al destino también, y le da 365 días para desarrollar síndrome de Estocolmo enamorarse de él. La venden como una película sensual, con una historia de amor abrasadora… Cuando en realidad estás viendo a un hombre acosar a una mujer y abusar de ella, todo rodeado de una música atrayente y actores atractivos.

Qué mal están las novelas actuales, ¿eh?

Pues no, el problema de la toxicidad viene de largo

Aunque estos son los ejemplos más recientes que se me vienen a la mente, la literatura juvenil y adulta de estos últimos años tiene más ejemplos de relaciones tóxicas. Crepúsculo, que ya he mencionado alguna vez como un libro que leí siendo adolescente y me gustó, tiene una relación que no es en absoluto un buen ejemplo, aunque no sea tan horrible como la de Tessa y Hardin. Edward y Bella tienen una dependencia el uno del otro que no es sana para ninguno de los dos, pero, además, él tiende a controlarla, sobreprotegerla y vigilar sus movimientos. Edward, esto no es romántico, no.

En cuanto a la literatura adulta, Cincuenta sombras de Grey fue un éxito de ventas, y, estando basado en Crepúsculo, Christian Grey no podía ser muy diferente de Edward. Aunque, por lo que he leído, sobrepasa la sobreprotección llegando al acoso (¿dejarías que otra persona te dijera cómo vestir, dónde trabajar, qué comer…? Yo tampoco). No he leído Cincuenta sombras de Grey y dudo que vaya a hacerlo (al menos próximamente) porque no me gusta el personaje ni la relación que mantienen (al margen de lo relacionado con el sexo, que ahí, mientras esté acordado, cada cual puede hacer lo que quiera). Por eso no voy a extenderme con él.

Estoy dejando un panorama poco halagüeño, pero no está todo perdido.

 

Lo que la literatura puede hacer para la eliminación de la violencia contra la mujer

Aunque con estos ejemplos puedas pensar que los libros sensibles de caer en manos de nuestros adolescentes son un peligro potencial, no está todo perdido. Cada vez hay más ejemplos de mujeres fuertes en literatura y cada vez hay más escritoras y escritores concienciados con la importancia de representar relaciones sanas en sus escritos.

Y para muestra, dos botones.

Ellas, de Loreto ML

Hace unos años me leí el libro Ellas, de Loreto ML, publicado inicialmente por Insomnia ediciones. Ahora mismo los derechos han vuelto a la autora, así que queda en sus manos decidir qué hará con la historia próximamente, pero simplemente te diré que habla de tres amigas que viven situaciones que cualquiera de nosotras podemos encontrarnos. Y, para recalcar lo mucho que me impactó, te dejo parte de la reseña que publiqué en el antiguo blog:

¿Lo recomendaría? Sí. SÍ, en mayúsculas, para que quede claro.

Las mujeres que conozco no han sido expuestas a este tipo de literatura en mi generación (y mis alumnas adolescentes, tampoco). Veo a gente encantada con historias de amor tóxicas en la literatura y el cine, creyendo que así su relación de amor, igual de tóxica, se solucionará porque «ella es la cura». Y no es así.

No es misión de las mujeres ser la cura de los hombres violentos o celosos. Es misión de los hombres buscar ayuda profesional con sus traumas en lugar de lanzárnoslos a la cara.

mujer-cura-hombre

Por desgracia, mi yo adolescente pensó igual que una de las protagonistas ante una situación que por suerte no la desbordó. Al leer cómo ella trata de engañarse pensando que lo que está viviendo está bien, sabiendo que no es así… Me emocioné, me vi reflejada, y deseé que muchas adolescentes lean este libro antes de tener que reconocerse en esas palabras, como yo.

Seas adulto o adolescente, este es un libro necesario, y si tienes amigas o familiares que estén en una edad complicada, regálaselo, recomiéndaselo, préstaselo… Necesitan empaparse de esa realidad en la ficción para no tener que hacerlo en sus propias carnes.

Sueños de piedra, de Iria G. Parente y Selene M. Pascual

Hace poco que me terminé esta novela y la disfruté mucho. Es increíble cómo las autoras consiguen combinar la sensación de calidez, de alegría y de angustia de unos capítulos a otros. Lynne, la protagonista femenina, ha llevado una vida muy dura y arrastra con ella las consecuencias de esa vida.

La forma en que esto se refleja en la novela y la relación tan positiva y buena que encuentra a lo largo de sus páginas me maravilla. Qué importante es mostrar el consentimiento en los libros que leemos. El respeto, la comprensión, la validez de lo que uno siente… La novela no sería lo mismo sin esas escenas en las que se da valor a que ella dé un paso adelante, o que diga sí (porque, digan lo que digan algunos o algunas, es fundamental que una mujer diga sí para que la respuesta sea, efectivamente, un sí).

Y, como en el caso del libro anterior, creo que es algo fundamental que las novelas muestren esta realidad a los lectores más jóvenes.

El poder de los libros para la eliminación de la violencia contra la mujer

Termino esta entrada recalcando eso: el poder que tienen los libros. Es verdad que la responsabilidad no es solo de escritores y lectores, pero, ¡qué bien puede hacer que existan más historias como las que he mencionado al final de esta entrada!

¿Significa eso que no se deberían leer los otros libros? ¿Que si una adolescente quiere leer After deberías escondérselo? Creo que no. Las historias que he mencionado como problemáticas presentan realidades que están ahí y puede que sean libros que te enganchan y divierten, ¡es normal que haya chicos y chicas que quieran leerlos! Pero, como con muchas cosas, después toca hacer un trabajo de reflexión. Toca pararse a pensar en lo que has leído y en qué estaba mal o bien dentro de ello. Toca que un adulto se siente con ellos a desgranar esas páginas y ayudarles a ver por qué esas relaciones no son deseables.

Aunque también se pueden disfrutar mucho las novelas que presentan relaciones sanas y señalan comportamientos abusivos, claro. Como ya he dicho alguna vez, las elecciones conscientes pueden hacer mucho bien en el mundo.

 

¿Conoces otras novelas que presenten relaciones sanas o denuncien las tóxicas? ¡Déjamelo en los comentarios!

Ah, y antes de que se me olvida, los ejemplares de preventa de La Ciudad Escondida ya están llegando a sus casas… 

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