
A veces es más fácil acercarte a algo por primera vez si ese algo ya es parte de tu mundo o tu entorno. Por ejemplo, no saber si ver una serie, pero todos tus amigos la han visto y te han contado lo buena que es así que te animas. O no sabes si animarte a leer un libro, pero te dicen que la historia está ambientada en tu misma ciudad y te entra la curiosidad.





